La toxina botulínica actúa relajando los músculos del rostro disminuyendo las líneas y surcos que se forman como resultado de la mímica facial, es decir, los movimientos del rostro. De esta manera se obtiene un rostro más fresco y jóven.
Es un procedimiento seguro y temporal que ayuda a disminuir las arrugas especialmente en movimiento del entrecejo, frente y ojos (patas de gallo), así como para dar un efecto lift y afinar la cara.
También tiene otros usos como:
Hiperhidrosis: Es una opción terapéutica para las personas con sudoración excesiva en manos, axilas y pies.
Bruxismo: Esta es una enfermedad donde el paciente aprieta la mordida y rechina los dientes lo que puede llevar a dolor de cabeza, mareos y enfermedades dentales.
La aplicación de toxina ayuda a disminuir la fuerza de contracción y temporalmente mejorar los síntomas; además, al hacer el músculo masetero menos fuerte disminuye
su tamaño y el rostro se ve más delgado.
Toxina botulínica “baby”: Es una técnica especial donde aplicamos pequeñas cantidades de toxina en sitios estratégicos para causar relajación (no parálisis) del músculo y prevenir la formación de arrugas, dando un resultado muy natural, se mantiene el movimiento de la cara sin la formación de surcos.
Otros usos toxina Botulínica :
Piel grasa y acné como regulador y minimizador de poros y rosácea.